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Cálculos renales y alimentación

Una manera efectiva para prevenir o combatir los cálculos renales, también llamada litiasis renal, es la alimentación. Los especialistas recomiendan una dieta baja en sal y proteínas, así como rica en alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras y cereales integrales. De particular importancia resulta igualmente un incremento en el consumo de líquidos, especialmente agua.

Existen diferentes tipos de cálculos renales, que varían de acuerdo a su composición, por lo cual es resulta fundamental identificarlos, pues de esta forma es posible tener cuidados específicos con la alimentación de acuerdo a cada uno de ellos. Sin embargo, de forma general, la mayoría de las recomendaciones nutricionales son las mismas.

Los cálculos renales y su universo

Para adentrarnos en el tema de la alimentación, es imperativo decir que un cálculo renal es una masa sólida compuesta de cristales diminutos que se forma en un riñón, o en los dos riñones, según sea el caso. Puede atascarse a medida que sale de este órgano, o alojarse en uno de los dos uréteres (los conductos que llevan la orina desde los riñones hasta la vejiga), la vejiga o la uretra (el conducto que lleva la orina fuera del cuerpo desde la vejiga).

Pueden ser del tamaño de un grano de arena o grava, tan grandes como una perla o incluso mayores. En casos específicos, bloquean el flujo de orina, lo cual es muy doloroso. Aunque vale decir también que el cálculo puede desprenderse y viajar a través de las vías urinarias hasta salir del cuerpo sin causar demasiado dolor.

Tipos de cálculos renales:

  • El cálculo de calcio es el más común. Se forma cuando este mineral se combina con otras sustancias, como el oxalato, un compuesto químico natural del organismo, presente también en determinados alimentos.
  • El cálculo de ácido úrico, que suele formarse cuando la orina contiene demasiado ácido.
  • El cálculo de estruvita, que se origina después de una infección en el aparato urinario.
  • El cálculo de cistina, que son poco comunes y se producen como consecuencia de la cistinuria, una afección poco frecuente en la cual se forman cálculos en el riñón, el uréter y la vejiga de un aminoácido llamado cistina. Se trata de una enfermedad hereditaria, que se transmite de padres a hijos.

Beber mucho líquido es vital para evitar los cálculos renales

Si algo resulta vital e indispensable a la hora de prevenir o combatir todas las modalidades de cálculos renales, beber mucho líquido es fundamental. Permanecer hidratado (tener suficiente líquido en el cuerpo) ayudará a mantener diluida la orina, lo que hará más difícil que se formen los cálculos.

A menos que haya un cuadro de insuficiencia renal, muchos profesionales de la salud recomiendan tomar de seis a ocho vasos de 8 onzas todos los días. En cualquier caso, es conveniente consultar con un especialista sobre la cantidad de líquido que debe tomarse de acuerdo a cada caso.

Aunque ingerir agua suele ser lo más recomendado, pueden tomarse otros líquidos, como refresco de jengibre (ginger ale), gaseosas de lima o limón, sopas y jugos de fruta.

Es igualmente importante reducir el consumo de café, té y las bebidas de cola a 1 ó 2 tazas por día, pues son ricos en cafeína, sustancia que puede hacer perder líquido demasiado rápido, lo que podría propiciar una deshidratación.

Hay que tomar suficiente líquido a lo largo del día para producir al menos 2 litros de orina cada 24 horas. Es importante que la orina sea de color claro, pues si su color es amarillo intenso, podría ser un signo de que la cantidad de líquido que se ingiere es insuficiente.

Alimentación de acuerdo al tipo de cálculos renales

El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, revela que en el caso de haber tenido piedras en los riñones anteriormente, y previa consulta al especialista sobre el tipo de piedra que se tuvo (calcio, ácido úrico, estruvita o cistina), es posible prevenir su reaparición haciendo cambios específicos en la cantidad de sodio, proteína animal, calcio y oxalato en los alimentos que se consuman.

Un dietista que se especializa en la prevención de las piedras en los riñones, puede ayudar a planificar la alimentación más adecuada de acuerdo a cada caso.

Si se ha tenido una piedra de oxalato de calcio, tal vez se deba evitar los siguientes alimentos para reducir la cantidad de oxalato en la orina: nueces y productos de nueces o frutos secos, cacahuetes (o maníes), ruibarbo, espinacas y salvado de trigo.

Comer proteínas provenientes de animales podría aumentar su probabilidad de tener piedras en los riñones. Un profesional de la salud puede indicarle que limite el consumo de proteínas animales, incluyendo carne, pollo y carne de cerdo, especialmente las vísceras; huevos, pescados y mariscos, leche, queso y otros productos lácteos.

Sin embargo, aún cuando se tenga que limitar la cantidad de proteína animal diaria, es necesario asegurarse de obtener la suficiente. Lo que hay que considerar es la posibilidad de reemplazar algunas de las proteínas animales por frijoles, guisantes secos, y lentejas. Estos son alimentos vegetales que tienen alto contenido de proteínas y bajas cantidades de oxalato.

Es vital preguntar a un profesional de la salud cuánta proteína se debe comer en total y cuánta debe provenir de alimentos de origen animal o vegetal.

Indispensable calcio

Contrario a lo que muchos puedan pensar, el calcio no es la causa principal de las piedras renales. En las cantidades correctas, puede bloquear otras sustancias en el tubo digestivo causantes de piedras. En este caso, también habrá que acudir a un profesional de la salud, que determinará qué cantidad de calcio debe consumirse para ayudar a evitar que se le formen más piedras de oxalato de calcio y tener así huesos más fuertes.

Lo recomendable es obtener calcio de alimentos con bajo contenido de oxalato y de origen vegetal, como jugos, cereales y panes enriquecidos con calcio; algunos tipos de vegetales; y algunos de frijoles. Un dietista u otro especialista en nutrición despejarán cualquier duda al respecto.

Cuidado con el sodio

La probabilidad de que se formen piedras en los riñones aumenta cuando se consume más sodio, que es una parte significativa de la sal. Muchos de los alimentos enlatados y empaquetados, así como la comida rápida lo contienen en altas cantidades. Muchos condimentos, aderezos y carnes también.

Se recomienda estar atentos al porcentaje del valor diario (% VD) de sodio en la etiqueta de información nutricional que se encuentra en muchos alimentos. Un bajo contenido de sodio es 5% o menos y un alto contenido de sodio es 20% o más.

Otro dato: Si se tiene sobrepeso, perder kilos es especialmente importante para quienes han tenido piedras de ácido úrico.

En cuanto a las piedras de cistina, es especialmente importante seguir la recomendación general de tomar la cantidad suficiente de líquido, sobre todo agua, que es el cambio más importante en el estilo de vida que puede hacerse para evitar que se forme nuevamente este tipo de piedras.

Recomendaciones alimentarias para evitar los cálculos renales

Existen varias recomendaciones nutricionales en la litiasis renal, que son de gran utilidad. Así que preste atención

  • Consumir solo 2 ó 3 porciones al día de alimentos con mucho calcio, como leche, queso, yogur, ostras y tofu.
  • Comer limones o naranjas, o beber limonada natural. El citrato que contiene estos alimentos evita la formación de cálculos.
  • Reducir la cantidad de proteínas que se consumen. Escoger carnes magras.
  • Comer una dieta baja en grasa.
  • No tomar calcio ni vitamina D adicionales, a menos que el especialista médico lo recomiende.
  • Tener prudencia con los antiácidos que contienen calcio extra. Consultar con el nutricionista cuáles son los más seguros.
  • Consultar al especialista antes de tomar vitamina C o aceite de pescado, ya que pueden ser dañinos para personas aquejadas con cálculos.
  • Si se tienen cálculos de oxalato de calcio, es posible que también se deban reducir los alimentos ricos en esta sustancia, como ruibarbo, pasas de Corinto, ensalada de frutas enlatada, fresas, uvas Concord, remolacha, puerros, calabaza, batatas, espinaca y sopa de tomate.
  • Evitar estos alimentos si se tienen cálculos de ácido úrico: Alcohol, anchoas, espárragos, levadura de cerveza o polvo de hornear, coliflor, consomé, salsas, arenque, hongos, aceites, hígado, riñón, mollejas, sardinas y espinaca
  • No comer más de 85 gramos de carne en cada comida.
  • Evitar alimentos grasos tales como aderezos, helados y frituras.
  • Comer suficientes carbohidratos.